El dropshipping es un modelo de negocio en el que una tienda no mantiene ni posee los productos que vende en stock. En cambio, cuando una tienda vende un producto, compra el artículo a un tercero y lo envía directamente al cliente. Como resultado, el comerciante de la tienda nunca ve ni maneja el producto.
La mayor diferencia entre el dropshipping y el modelo de venta al por menor estándar es que el comerciante que vende no tiene inventario. En su lugar, el comerciante compra el inventario según sea necesario de un tercero – usualmente un mayorista o fabricante – para cumplir con los pedidos.
Beneficios del dropshipping
Menos inversión es necesaria – Probablemente la mayor ventaja de dropshipping es que es posible crear una tienda online sin tener que invertir miles de euros en inventario por adelantado. Tradicionalmente, los minoristas han tenido que hacer una inversión de una enorme cantidad de dinero en adquirir un local, reformarlo, comprar la mercancía…
Con el modelo de dropshipping, no tienes que comprar un producto a menos que se produzca una venta (que por supuesto, ha sido pagada por adelantado por el cliente). Sin una gran inversión inicial es posible iniciar un negocio de dropshipping exitoso (de hecho, con muy poco dinero en comparación a otros modelos de negocio).
Fácil de empezar – Comenzar con un negocio de comercio electrónico es mucho más fácil cuando no tienes que lidiar con productos físicos. Con dropshipping, no tienes que preocuparte de:
- Administrar o pagar un almacén
- Embalaje y envío de pedidos
- Seguimiento del inventario
- Manejo de devoluciones
- Pedidos continuos de productos y gestión del nivel de stock
Costes bajos – Debido a que no tienes que lidiar con la compra de inventario o la gestión de un almacén, sus gastos generales son bastante bajos. De hecho, muchos negocios con éxito dropshipping se ejecutan desde una oficina en casa con un ordenador portátil por menos de cien euros al mes. A medida que crece, estos gastos probablemente aumentarán, pero seguirán siendo bajos en comparación con los de las empresas tradicionales de venta al por menor.
Localización flexible y global – Un negocio dropshipping puede ser gestionado desde casi cualquier lugar con una conexión a Internet. Siempre y cuando puedas comunicarte con proveedores y clientes fácilmente, puedes administrar tu negocio desde cualquier parte del mundo (y también, relativamente, vender a cualquier parte del mundo).
Amplia selección de productos – Debido a que no tienes que comprar previamente los artículos que vendes, puedes ofrecer una amplia gama de productos a tus clientes potenciales. Y si tus proveedores añaden un nuevo artículo a su catálogo, puedes añadirlo al tuyo sin coste adicional.
Fácilmente escalable – Con un negocio tradicional, si recibes tres veces más trabajo del que normalmente recibes tendrás que hacer tres veces más trabajo. Pero en el modelo de dropshipping la mayor parte del trabajo para procesar los pedidos será soportada por los proveedores, lo que le permite a tu negocio escalar con menos esfuerzo material y personal.
Todos estos beneficios hacen que el dropshipping sea un modelo muy atractivo tanto para los comerciantes principiantes como para los establecidos. Por desgracia, el dropshipping no es todo rosas y arco iris. Toda esta comodidad y flexibilidad tiene un precio, que bien puede ser un pago recurrente por acceder al catálogo del proveedor, bien una comisión fija de cada venta de los productos que encargan tus clientes. E incluso aun así, es uno de los modelos de negocio en Internet más rentables.
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