No es el digno final que hubiéramos esperado para la red social de Google, pero después de confirmar que efectivamente se produjo una violación de la confidencialidad de los datos de cientos de miles de sus usuarios, no cabía esperar un final distinto. La duda era cómo iba el gigante irlandés a gestionar todo el proceso.
Según han afirmado, un error de software en la API de Google+ afectó hasta a medio millón de sus usuarios, lo que significa que los datos que las personas creían que eran privados estaban totalmente disponibles para terceros.
Según un memorándum interno en Google que ha sido publicado en el Wall Street Journal, Google estaba al tanto del problema desde marzo, pero no lo reveló debido a las consecuencias que el anuncio supondría. Y lo que es más, confirmaron que esa vulnerabilidad había estado presente desde 2015.
No nos extraña, en realidad, que Google decidiera posponer este tan sorprendente anuncio. Justo por ese entonces Facebook estaba cubierto de fango hasta el cuello por culpa del escándalo de Cambridge Analytica, y el objetivo era no verse arrastrado a ese agujero negro a toda costa.
Según Google, los datos enviados de forma privada que se hicieron accesibles se limitaron a «campos estáticos, opcionales del perfil de Google+», incluidos el nombre, la dirección de correo electrónico, la ocupación, el género y la edad. La compañía ha confirmado también que los datos publicados o conectados a Google+, mensajes, datos de cuentas, números de teléfono y contenido de G Suite no estaban en riesgo.
Como señaló Forbes, vale la pena destacar que la falta de popularidad de Google + y la subsiguiente falta de usuarios trabajaron a su favor aquí: Google dice que el 90% de las sesiones de usuarios fueron menos de cinco segundos.
El motor de búsqueda ahora ha tomado la decisión de “cerrar” Google+ para los consumidores, pero mantenerlo disponible para su uso para las empresas, ya que afirma que los clientes empresariales todavía están obteniendo un «gran valor» de la plataforma.
El cierre de Google+ se producirá de forma efectiva en aproximadamente 10 meses, y hasta entonces Google proporcionará a los usuarios información adicional sobre cómo pueden descargar y migrar sus datos.
Además, la compañía planea desplegar controles mucho más precisos para que los usuarios permitan (o nieguen) el uso de sus datos personales por parte de aplicaciones de terceros al iniciar sesión utilizando la gama más amplia de servicios de Google.
Las aplicaciones tendrán que mostrar cada permiso solicitado, uno a la vez, con su propio cuadro de diálogo. Google mantiene que en el futuro, si un desarrollador solicita acceso tanto a las entradas del calendario como a los documentos de Drive, por ejemplo, el usuario podrá elegir si desea compartir sus datos de forma individualizada con cada aplicación que los solicite.
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