La resolución de impresión es simplemente el nivel de detalle en una imagen impresa. Una resolución más alta significa un mayor detalle, y se puede medir en puntos por pulgada (DPI). Cuantos más puntos (de tinta) se impriman por pulgada, mayor será la resolución de la imagen, por lo tanto, mayor será la calidad en términos de nitidez y detalle. Cuando se trata de imprimir, la resolución es muy importante, ya que una imagen de alta calidad se ve bella y profesional, mientras que una imagen de baja resolución se ve borrosa, indistinta y completamente poco profesional.
Cuando estés diseñando la imagen que deseas imprimir, asegúrate de que tenga una resolución adecuada. Una regla general: cuanto mayor es la resolución, mejor es la imagen. Siempre puedes reducir el tamaño, pero nunca ampliarlo; al menos no sin perder calidad.
Por otro lado, necesitarás tu imagen en diferentes resoluciones dependiendo de cómo de grande vaya a ser el diseño impreso, dónde se mostrará y cómo se imprimirá. Por ejemplo, se puede imprimir una valla publicitaria enorme con un DPI más bajo que un pequeño folleto, a pesar de que es más grande en tamaño. Uno de los problemas más comunes que enfrentan las compañías de impresión es que los clientes cargan archivos digitales con una resolución demasiado baja para imprimir. Cuando se trata de imágenes de origen, más grande es siempre mejor.
Cómo elegir la mejor resolución
La resolución de oro es 300DPI. Esta es la resolución perfecta para todos los materiales de impresión, y como 354DPI es la resolución máxima que una máquina de impresión puede manejar, cualquier cosa más allá de eso solo aumentará el tamaño de su archivo digital, sin mejorar la calidad. Cualquier cantidad inferior a 300 DPI puede dañar seriamente la calidad de tu imagen. Por lo tanto, elige siempre 300DPI.
Dicho esto, elegir la resolución óptima tiene que ver con discernir en qué punto ya no puedes ver los píxeles en una imagen. Para resolver esto, deberás considerar otro factor importante: la distancia de visualización.
Distancia de visualización
No parece obvio, pero la distancia de visualización es un factor muy importante para encontrar la resolución perfecta. Muchas personas ni siquiera toman distancia en la cuenta, pero en realidad puede significar la diferencia entre 300DPI y 3DPI. Si bien el método de impresión y el material afectarán la calidad de la imagen solo ligeramente, la distancia de visualización afecta a la resolución requerida de varias maneras, simplemente porque si miras una imagen desde más lejos, los píxeles parecen más pequeños.
Si está diseñando algo que alguien tendrá en la mano, como un folleto o volante, entonces el DPI óptimo es de 300 DPI. Si simplemente estás imprimiendo una foto en su impresora de inyección de tinta, use 300DPI. Si el diseño se mostrará a distancia (como en el caso de carteles y vallas publicitarias), lo ideal es bajar un poco los DPI. Por lo tanto, un póster necesita una resolución mínima de aproximadamente 150 DPI, si se visualiza desde 2 metros. Sin embargo, nunca elijas menos de 150 DPI, ya que este es el mínimo absoluto para la impresión offset, incluso para grandes carteles.
Cuanto más alejado esté el espectador, menor será la resolución necesaria. Pero recuerda, cuando se trata de DPI: mejor demasiado alto que muy bajo.
La resolución no significa tamaño
La resolución es una medida de densidad de píxeles, no de tamaño. Es decir, un póster de 2 x 3 metros podría tener el mismo DPI que una tarjeta de visita que mide 2 x 3 pulgadas. Recuerda que son puntos por pulgada, por lo que no se relaciona con el tamaño de la imagen ni con los puntos.
No obstante, el tamaño influye en la resolución. Reducir la resolución a la mitad, significaría que necesitarías doblar el ancho y el alto de tu imagen impresa para mantener la calidad. Por ejemplo, digamos que estás imprimiendo un flyer que mide 5.5 x 8.5 pulgadas a 300 DPI. Reducir la resolución a 150DPI daría como resultado la salida de un flyer de 11 x 17 pulgadas. Así que asegúrate de elegir la resolución correcta para el tamaño de tu impresión. Si reduces la resolución, debes aumentar el tamaño de forma correspondiente.
En TusIdeas contamos con un equipo de diseñadores profesionales con amplia experiencia en la gestión de la resolución y el tamaño de todo tipo de materiales impresos. Si tienes cualquier duda o te gustaría solicitar presupuesto, ¡contacta con nosotros!
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