Vittorio Gialone, Fundador del concepto de restauración de pizzería napolitana Il Cratere del Gusto, ha concedido una entrevista a Tusideas.es, en la que ha explicado la creación de esta empresa en marzo de 2011, en plena crisis, y los objetivos de crecimiento que pasan por franquiciar la marca, para expandirse por toda España.
Vittorio Gialone explica que “es cierto que hay mucha competencia, pero nuestro concepto es diferente, ya que está basado en comida italiana a medio y bajo precio, pero de calidad y cantidad. Nuestro punto fuerte es que el producto es casero y eso se nota en que el sabor es rústico”. De momento tienen un restaurante abierto en Madrid, en la calle del Marqués de Urquijo, 27.
Durante el periodo de confinamiento, el Fundador de Il Cratere del Gusto asegura que “estuvimos cerrados completamente las dos primeras semanas, luego tomé la responsabilidad de abrir y ver la respuesta del público, que fue buena, así que fuimos recuperando parte de la plantilla y sirviendo a domicilio y comida para llevar”.
Una vez iniciada la desescalada, el objetivo ahora es franquiciar el negocio, y ya lo tienen todo preparado con la consultora Asesor Franquicia: “Es una idea de mi socio, Santiago Alonso, que me transmitió la idea de ampliar el número de restaurantes y crecer mediante franquicias. Me lo pensé y vamos en esa dirección”, comenta Vittorio Gialone.
La inversión para montar un Il Cratere del Gusto puede adecuarse a un local de menos de 50 metros cuadrados, un quiosco donde se ofrece el servicio a domicilio y de comida para llevar con una barra degustación, que requiere de una cantidad de unos 50.000 euros, o bien puede ser un restaurante en el que también se ofrezca el servicio en comedor, de unos 150 metros cuadrados y unos 150.000 euros de inversión.
Y para conceder franquicias, buscan un perfil de franquiciado que “esté loco por la pizza, le tiene que gustar el mundo de la hostelería y la comida de calidad, y ha de ser una persona seria y comprometida con el concepto y con don de gentes con los clientes”. Un franquiciado que primero ha de pasar un periodo de formación de uno o dos meses, para empaparse bien de toda la operativa de este concepto de pizzería napolitana, diferente a todo lo que hay en el mercado.
